McGregor acepta acuerdo y está libre para pelear
Al final de las cuentas, el ataque al autobús con luchadores del UFC le salió "barato" a Conor McGregor. El jueves, el luchador irlandés aceptó un acuerdo con la justicia estadounidense, en el que asumió culpa por vandalismo, pero fue liberado de todas las acusaciones de agresión y crimen grave y sólo tendrá que reponer los daños causados a la empresa de autobuses, cumplir el servicio comunitario y llevar clases de control de ira. Su ficha criminal en el estado de Nueva York quedará intacta, y estará libre para continuar su carrera en las MMA.
McGregor respondía por el ataque a un autobús que transportaba a peleadores, entre otros, a su colega Khabib Nurmagomedov tras el Media Day del UFC 223, en abril, en el garaje del Barclays Center. En aquella ocasión, lanzó objetos en la dirección que se dirigía el vehículo, incluyendo un carro de carga, que rompieron todas las ventanas y causaron cortes a los peleadores Michael Chiesa y Ray Borg, además de un funcionario del UFC. El irlandés recibió más de 12 acusaciones, incluyendo crímenes graves de agresión, que llevaban penas máximas de siete años de cárcel.
El jueves, McGregor llegó a la corte alrededor de las 9:00 de la mañana, apresurado. Él no habló con los reporteros en la entrada. El juez Raymond Rodríguez pronunció el texto del acuerdo alrededor de las 9:30 de la mañana. McGregor y su compañero Cian Cowley se declararon culpables sólo por la conducta y vandalismo, considerado un crimen menor en la legislación local. Las demás acusaciones fueron apartadas, y ambos fueron condenados a cumplir servicio comunitario, clases de control de ira y manejo de impulso. Los dos deben reponer los daños causados del autobús - McGregor se hará responsable de los gastos.
Además, tres órdenes de protección fueron emitidas, en nombre de Michael Chiesa, Ray Borg y de Jason Ledbetter.
Estas fueron las palabras de Conor McGregor al salir del tribunal: "Solo quiero decir que estoy agradecido con el fiscal y el juez por permitirme seguir adelante. Quiero decirles a mis amigos, mi familia, mis fanáticos, gracias por el apoyo", dijo el peleador irlandés de 30 años.
McGregor respondía por el ataque a un autobús que transportaba a peleadores, entre otros, a su colega Khabib Nurmagomedov tras el Media Day del UFC 223, en abril, en el garaje del Barclays Center. En aquella ocasión, lanzó objetos en la dirección que se dirigía el vehículo, incluyendo un carro de carga, que rompieron todas las ventanas y causaron cortes a los peleadores Michael Chiesa y Ray Borg, además de un funcionario del UFC. El irlandés recibió más de 12 acusaciones, incluyendo crímenes graves de agresión, que llevaban penas máximas de siete años de cárcel.
El jueves, McGregor llegó a la corte alrededor de las 9:00 de la mañana, apresurado. Él no habló con los reporteros en la entrada. El juez Raymond Rodríguez pronunció el texto del acuerdo alrededor de las 9:30 de la mañana. McGregor y su compañero Cian Cowley se declararon culpables sólo por la conducta y vandalismo, considerado un crimen menor en la legislación local. Las demás acusaciones fueron apartadas, y ambos fueron condenados a cumplir servicio comunitario, clases de control de ira y manejo de impulso. Los dos deben reponer los daños causados del autobús - McGregor se hará responsable de los gastos.
Además, tres órdenes de protección fueron emitidas, en nombre de Michael Chiesa, Ray Borg y de Jason Ledbetter.
Estas fueron las palabras de Conor McGregor al salir del tribunal: "Solo quiero decir que estoy agradecido con el fiscal y el juez por permitirme seguir adelante. Quiero decirles a mis amigos, mi familia, mis fanáticos, gracias por el apoyo", dijo el peleador irlandés de 30 años.
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